domingo, 14 de julio de 2013

El ratón viejo (Federico Latorre Ormachea)

El murciélago se caracteriza como mamífero volador, de tamaño pequeño, de color pardo grisáceo. De noche lanza desesperados chirridos, como ocurrió aquella oportunidad, cuando regresaba de las alturas de Ocobamba, después de pastar cinco toros, siete vacas, tres becerros, cuatro caballos y dos asnos, más o menos, a las seis y media de la noche; me encontraba cerca al corral de los animales, ubicado en mi casa en Wirawacho. El murciélago bandido volaba como un avión de combate, cargando igual que a una paja su cría. Isaías que se apareció milagrosamente con una linterna, alumbró al mamífero colador, descubriendo nítidamente, igual que yo, el detalle señalado. El murciélago daba vueltas y vueltas alrededor de mi casa.
Apurado por el cansancio, me dormí como una piedra hasta el día siguiente. A las cinco de la mañana, mamá Sabina. mi primo Modesto, Isaías y yo nos sorprendimos al comprobar que la cresta de nuestro gallo se encontraba partida casi por la mitad. El pedazo lo hallamos en el suelo. Un caballo y un asno también habían sido atacados en el lomo, de donde manaba sangre.
Después de tomar desayuno, por disposición de mamá Sabina, nos fuimos a pastar a los animales, llevando de cocaví: choclo tierno, queso y naranja. En el bolsillo de mi viejo pantalón se encontraba no sé por qué a modo de munición el pedazo de la cresta, así como una honda de jebe
Después de haber avanzado de la casa por el camino de herradura, unos doscientos metros, a Isaías se le ocurrió hablar: 
Gregorio, préstame tu honda. Parece que esta es la cueva, donde duermen los murciélagos, que vienen causando mucho daño a nuestros animales.  Y tú, Modesto, agarra esta linterna, con la que alumbrarás ell fondo de la caverna.
Entre broma y broma, le entregué la cresta reseca como una piedra. Isaías, con la habilidad que lo pinta de cuerpo entero, disparó con el proyectil de carne, dando matemáticamente en el blanco. Al sacar a la luz al bicho muerto, comprobamos que no era un ratón viejo, sino parecido al ratón viejo.


Federico Latorre Ormachea
(Tomado del libro "El charanguerito")

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